Un estudio revela la composición sorprendente del cometa interestelar 3I/ATLAS

Un estudio revela la composición sorprendente del cometa interestelar 3I/ATLAS

Un nuevo estudio acerca de la composición del cometa interestelar 3I/ATLAS ha dejado a la comunidad científica asombrada. La mezcla de hielo de agua, granos metálicos y criovulcanismo transforma al cometa en una “olla química” que podría fomentar la aparición de vida en otros mundos. Expertos sugieren que este objeto actúa como una cápsula prístina que respalda la química vital en nuestra galaxia.

Un cometa primitivo y su composición inusual

El cometa 3I/ATLAS, conocido como el tercer visitante de fuera de nuestro sistema solar, ha sido objeto de un exhaustivo estudio que confirma su naturaleza singular. Aunque el cometa comparte características con los cometas transneptunianos de nuestro sistema, se distingue por dos cualidades clave. En primer lugar, ha permanecido sin alteraciones provocadas por el Sol, lo cual le ha permitido conservar su composición original desde su formación en un distante sistema estelar.

Por otro lado, su contenido significativo de hielo de agua (esencial para la vida) y granos metálicos son factores cruciales que influyen en su comportamiento químico peculiar.

La corrosión extensiva: Criovulcanismo y níquel

Las características más sorprendentes del 3I/ATLAS, como su repentino aumento de luminosidad y la presencia de gases y elementos químicos inusuales, pueden atribuirse a procesos internos altamente reactivos. Con la aproximación del cometa al Sol, el hielo seco sublima intensamente, permitiendo que un material líquido oxidante (agua caliente) ingrese al interior del objeto.

El agua caliente comienza a interactuar y a corroer los granos metálicos y los sulfuros de hierro que han permanecido en su núcleo. Esta situación también incluye el fenómeno del criovulcanismo catalítico, donde la corrosión extensiva desencadena erupciones de materiales volátiles en vez de lava, promoviendo una reacción conocida como Fischer-Tropsch. Esta reacción facilita la catálisis de compuestos orgánicos complejos, lo que explicaría la notable emisión de elementos como el níquel detectado en su coma.

El cometa como motor de la panspermia

El hallazgo principal de esta investigación sugiere que esta “olla química” en movimiento tiene el potencial de ser un agente de propagación de la vida, reforzando la teoría de la panspermia, que postula que la vida puede dispersarse a través del cosmos. Según Trigo Rodríguez, con su mezcla de hielos, materia orgánica, metales y una notable capacidad catalítica, el cometa “parece buscar un ambiente propicio para facilitar la aparición de vida en otros mundos”.

Por tanto, el 3I/ATLAS no solo es considerado un mensajero cósmico, sino un agente activo de la química prebiótica capaz de sembrar vida en los lugares donde se den condiciones adecuadas.

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